Escribir una novela no es algo fácil; de hecho muchos escritores han tardado meses, e incluso años, en finalizar esa ambiciosa historia que se traían entre manos. Un sueño que muchos persiguen y que, antes de cimentar, requerirá de estos 5 consejos para preparar una novela.
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Lluvia de ideas
A la hora de escribir una novela, puede que varias historias te ronden por la cabeza. Por ese motivo, lo mejor será anotarlas todas en un papel a modo de “lluvia de ideas”, una forma de hilar conceptos, definir mejor la trama y crear a los personajes. A partir de todos esos matices surgirá el siguiente paso que debes tener claro a la hora de comenzar tu obra.
La estructura
Definir la estructura de la novela es el siguiente paso una vez sabes sobre qué vas a escribir. Sin el esqueleto de la obra definida, escribirás a la deriva, sin controlar los cambios temporales y espaciales, el destino de los personajes o las tramas que encierra la historia. Muy importante definirla, bien por capítulos, o siguiendo una lista que desarrolle cada una de las acciones a desarrollar.
Convive con los personajes
A la hora de que crear a los personajes surge un pequeño pero importante problema: en la mayoría de veces no existen y debes empezar desde 0 desarrollando su aspecto físico, su carácter o su actitud ante ciertas situaciones. Una buena forma de construir personajes radica en la creación de fichas en las que aparecerán los datos de cada uno, al igual que el hecho de escribir preguntas que les harías o la convivencia simbólica con ellos hasta definir cómo hablan, con qué tono, cómo reaccionarían en uno u otro momento, etc.
No abuses de las descripciones
La primera frase con la que comenzarás tu novela será determinante a la hora de enganchar al lector, por no hablar de un ritmo fluido en el que las descripciones pueden desentonar si abusas de ellas sin motivo. Muchos escritores caen en este error pensando que, de esta forma, podrán sumergir mejor al lector, pero nada más lejos de la realidad cuando se trata de conseguir que una persona quiera seguir leyendo tu libro hasta el último capítulo.
Haz revisiones
En lugar de optar por escribir todo el libro de una pasada, piensa en corregir una vez a la semana lo escrito hasta ahora, ya sean faltas ortográficas o aquellos fallos puramente narrativos. De esta forma podrás definir mejor los siguientes capítulos de la obra a partir de una base sólida.
